Según Attoe el skyline, no es un fenómeno reciente ya que la concepción surge a mediados del siglo XIX cuando el término aparecía entre la población, tanto en áreas rurales y urbanas, como sinónimo de horizonte y en algunos periódicos, como un fenómeno visual donde se encontraba la tierra y el cielo. No fue sino hasta principios del siglo XX cuando la palabra Skyline se desligó de una relación tierra-cielo, para convertirse en una relación entre los edificios (medio físico) y el cielo (medio natural). Lo anterior, gracias al trabajo elaborado por Montgomery Schuyler y la introducción del concepto Skycrapper (Rascacielos) (Attoe, 1981).
El Skyline como símbolo Colectivo.
El Skyline de muchas ciudades es un símbolo colectivo cuando este representa un momento histórico de la ciudad, de un pueblo y lo más importante, con el que cierta población se identifica, ya sean edificios o monumentos (Attoe, 1981). Así, el Skyline o estos elementos físicos construidos, son testimonio del desarrollo de una ciudad, generando una identidad con cierta población, muchas de las veces construida con el paso del tiempo (José Manuel, 2012).
Fuente: “Skylines: Understanding and Molding Urban Silhouettes” |
De lo anterior, se desprende una reflexión en la que algunas ciudades se han insertado no solo por el papel que tiene la forma y silueta del medio físico en las ciudades, sino por el peso que esta tiene en la sociedad. Así, Attoe menciona que en la ciudad de Moscow, durante la guerra de los bloques económicos y ante la falta de un Skyline con elementos físicos de la ciudad que pudieran ser identificados entre la población local y extranjera, se pretendía erigir un monumento a Lenin que pudiera ser visto desde diferentes distancias y lugares. Demostrando así que la alimentación colectiva e histórica, podría no solo modificar el Skyline de una ciudad, sino dotarla de una identidad colectiva. (José Manuel, 2012)
Sobre posición del Skyline en la ciudad de Moscow con el monumento a Lenin. Fuente: Michailow, 1953 en Attoe, 1981. |
Un caso similar pero que tiene que ver con la regulación del Skyline por un sentido de identidad, por las características del lugar y por el medio físico construido (edificios), fueron los programas de planificación urbana en la ciudad de San Francisco, donde la topografía de la ciudad y el crecimiento del mercado inmobiliario hizo que existieran regulaciones en materia de altura de los edificios residenciales y comerciales, con el fin de proteger no solo el Skyline San Francisco, sino la identidad de la misma ciudad. (José Manuel, 2012).
En el caso de la ciudad de San Francisco, la topografía y ubicación de los edificios altos y residenciales; generalmente los primeros de mayor altura, incrementaban o reducían la posibilidad de un Skyline llamativo por la forma de la ciudad y del paisaje generado. Es por lo anterior que se decidió que la mejor opción para regular el crecimiento urbano y planificar el mercado inmobiliario era la adaptación de los edificios (residenciales o particulares) a un efecto generado por la topografía característica de la ciudad de San Francisco; denominado “Hill and Bowl” ,donde los edificios de mayor altura se ubicarían en las colinas de forma dispersa y la zona residencial en las pendientes (Véase siguiente imagen), sin embargo este patrón actualmente ha cambiado de forma gradual, pero aun existen regulaciones que limitan la transformación drástica del perfil característico de esta ciudad. (José Manuel, 2012).
Efécto Hill and Bowl en San Francisco Fuente:“Skylines: Understanding and Molding Urban Silhouettes” |
El Skyline como indicador social
Si bien ya se ha dicho que el Skyline en muchas ciudades es un símbolo colectivo y que a la par del desarrollo de esta han existido planes de regulación o planificación, lo anterior se debe en gran medida a que el Skyline puede también ser un indicador social, porque pueden representar los valores de una comunidad o de la misma sociedad donde se emplaza, destacando a partir de la altura, la forma y ubicación de los edificios; los usos de suelos, las actividades principales o lo que es común, la jerarquía de poderes económicos, políticos o sociales. (José Manuel, 2012)
Entonces, el Skyline de una ciudad o de una parte de esta puede indicar las formas de vida y valores de una población que no siempre puede sentirse identificada con ella, pero que coexiste alrededor de ella. Attoe, menciona un ejemplo claro de lo anterior con el caso de la ciudad de Los Angeles, a mediados del siglo XIX, cuando el Ayuntamiento de la ciudad; símbolo de los valores y libertades características de la población norteamericana, iba a ser opacado por edificios comerciales construidos a su alrededor. Fue hasta 1956, cuando se decidió a reducir las limitaciones de construcción de edificios, pero sobretodo, restricciones correspondiente a la altura y que impedirían que este símbolo cívico o comunitario destacara en el Skyline urbano de la ciudad de Los Angeles. (José Manuel, 2012)
Un Skyline puede servir como indicador de las condiciones sociales, políticas y económicas de una ciudad, también este pueden dar cuenta de cuan ecológico o sustentable es el "perfil de una ciudad". Así por ejemplo Attoe pone como ejemplo la ciudad de Vienna, cuyo Skyline se adapta a la topografía y a las condiciones naturales del lugar, la ciudad de San Francisco es otro ejemplo con sus zonas residenciales adaptadas a las colinas existentes y la misma topografía. Pero contrariamente a este tipo de Skyline, tenemos más ejemplos que se imponen a las condiciones naturales e incluso las ocultan, como lo es en el caso de Nueva York, donde los altos edificios, en muchas ocasiones le restan la luz del día a los parques. (José Manuel, 2012)
El Skyline funcional u orientador.
Después de una reflexión alrededor de la conformación del Skyline y su carga social, política, económica y ambiental; la practicidad actual del Skyline, tiene una función más allá de representar, la colectividad o el poder económico, social y político. El Skyline y los elementos físicos que la comprenden, tienen la función practica de orientar a mucha de la población que de forma cotidiana se desplaza alrededor o entre este. Tal como Lynch (2012) decía sobre como la legibilidad de una ciudad parte de entre otras cosas, de los hitos; en este caso los edificios, que nos ayuden a ubicarnos en el espacio, estableciendo así, no solo una conexión entre el medio físico (edificios) y el cielo, sino entre los edificios y la tierra o el suelo que también forma parte de la mayoría de los Skylines de las ciudades actualmente. (José Manuel, 2012)
En este apartado Attoe explica cómo es que el Skyline ha ayudado a través de la historia a no solo entender al forma urbana generada con el paso de los años, sino la función que estos tienen. La orientación es una de ellas, no solo por el hecho de que las sociedades actuales no se rigen por la posición del sol ni por la dirección del viento, sino por una “racionalidad urbana”. Es decir por calles, números, avenidas y en este caso, edificios que comprenden nuestros trayectos cotidianos y que la población puede identificar gracias a diferentes procesos cognitivos adquiridos por residir en un determinado lugar o ciudad. Es así como podemos identificar el Big Ben en Londres, El Empire State de Nueva York, La Torre Eiffel en Francia, las Torres Petronas de Malasia etc. (José Manuel, 2012)
Un skyline en Quito
Ahora, entendiendo el contexto de un skyline, ¿Crees que será possible construir uno en Quito?
Pues la respuesta es sí, y muy pronto podrás verlo.
Actualmente se encuentran dos skyline en construcción el IQON y EPIQ, los cuales son dos proyectos realizados por Bjarke Ingels Group (BIG), la firma que ahora está dejando una marca importante en el skyline de la ciudad, con estos dos proyectos importantes en marcha que anclarán el vecindario que rodea el parque La Carolina.
En 2018, el equipo de Uribe Schwarzkopf conoció a Bjarke y a su firma; quedaron tan cautivados con su concepto de la ciudad que les encargaron dos proyectos consecutivos, los anteriormente mencionados IQON y EPIQ.
El enfoque de la firma en el diseño considerado que crea comunidad es especialmente atractivo en la capital sudamericana de rápido crecimiento, la cual está desarrollando nuevas estrategias de densidad y colaboración a medida que se afianza un nuevo urbanismo sostenible.
Para Thomas Christofferson, socio de BIG, estos dos proyectos están diseñados para crear y acoger una especie de oasis verde dentro de la ciudad, indicando que: "en general, la exuberante vegetación de Quito nos obligó a tomar el paisaje natural y levantarlo en el horizonte en ambos proyectos".
IQON
En IQON, cada departamento tiene su propio árbol. La fusión de árboles individuales se extiende por toda la fachada creando un hermoso tipo de bosque y se desvanece a medida que se adentra en la ciudad. Negociando entre el paisaje verde del parque y la condición urbana de la calle de atrás. IQON también crea una conexión peatonal con una especie de calle sin salida, que al final se conecta con el centro de la ciudad. Será el edificio más grande de la ciudad y quizá del país, con 35.000 metros cuadrados de altura.
Fuente: Uribe Schwarzkopf (2021).
EPIQ
BIG dio a conocer su concepto. Compuesto por una sola torre en dos bloques divididos, EPIQ que se concibe como una “ciudad vertical” que trae el espectacular entorno natural de Quito a su estructura, con paisajes en sinergia con el parque adyacente. Los variados tamaños y configuraciones de los espacios residenciales, corporativos y comerciales de uso mixto del lugar, permiten que la luz y el paisaje se filtren a través del edificio y conecten al parque La Carolina con la ciudad, en lugar de separarlos.
El diseño de EPIQ refleja los colores y patrones del Ecuador, inspirándose para su fachada en los tonos tierra y el patrón de los azulejos que se ven a través de las calles del Centro Histórico de Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO. El color de la fachada también hace eco a los colores de los impactantes atardeceres que se ven en la ciudad, la flora y fauna andina, y los tejidos de paja toquilla.
Fuente: Uribe Schwarzkopf (2021).
Tommy Schwarzkopf acota diciendo que tanto IQON como EPIQ han creado una oportunidad para destacar la arquitectura y el diseño contemporáneos en la ciudad, y que su esperanza es que estos proyectos inspiren nuevos puntos de referencia creativos en nuestra ciudad, que crece rápidamente. A través de ambas colaboraciones, Quito está compartiendo el punto de vista de BIG, con todo el mundo. Como resultado, se ha abierto una puerta a la innovación en la arquitectura de diseño, principalmente en el urbanismo sostenible en la ciudad. (Schwarzkopf, 2021)
Tanto IQON como EPIQ serán hitos en el paisaje urbano de Quito, ambos se convertirán en nuevos referentes arquitectónicos y ambientales para la ciudad, cimentando su lugar en la vida de nuestros clientes y la comunidad quiteña. Sus ubicaciones los posicionan como los nuevos centros de la ciudad (Schwarzkopf, 2021).
Fuente:
La marca de BIG en el skyline de Quito (uribeschwarzkopf.com)